Ahora, Señor, que me dispongo a dormir, rezo con mucha fe para que me concedas un hombre que no sea feo, que sea inteligente, cariñoso, fuerte, comprometido y colaborador. También compositor y poeta, y que sepa de albañilería, plomería, pintura y carpintería, y con mucho humor que yo pueda entender. Que le guste quedarse horas enteras escuchándome, que piense antes de hablar y diga la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad. Que le gusten mi familia y mis amigos, pero el fútbol no. Que no ronque, y que orine sentado para que no moje el sanitario. Que cuando diga que va a llamar no me haga esperar, y que además llegue a la hora en punto a casa y sin olor a jabón chiquito. Que yo sepa siempre dónde está, menos cuando me anda comprando flores y regalos, o contratando serenatas. Que cuando diga que vamos a salir me dé 3 horas para arreglarme, y se desmaye de la emoción cuando me vea; que baile mejor que Michael Jackson, y que nunca me salga con que vamos a estar con sus amigos… Rezo para que tenga un empleo muy bien remunerado, que ojalá sea bien detallista y generoso, y que cuando me gaste yo su dinero no se moleste. Que en la mesa me retire el asiento y me abra la puerta del auto, que sepa hacerme masajes en la espalda, y que siempre, pero siempre siempre me vea flaca. Que no tenga ojos para ninguna otra mujer, que me diga todo el tiempo lo bella que me veo y la suerte que tuvo de encontrarme. Te rezo, en fin, por el hombre que me va a amar hasta la muerte, Amén.
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